Pero, con tanta cualidad…nos preguntamos pues ¿Realmente, el líder nace o se hace? La opinión divulgada dice que hay líderes que nacen con capacidades inherentes y hay otros que se van formando en su proceso profesional. Para ello, es aconsejable asumir responsabilidades, tomar decisiones, solucionar problemas, enfrentar situaciones dificultosas, permitirá ir formando a un auténtico líder.
Sabemos entonces, que el liderazgo se sustenta en un reconocimiento espontáneo por parte del equipo, lo que exigirá estar a la altura de las circunstancias. Si el grupo distingue en él insuficiencias significativas terminará por rechazarlo. Pues, lo que sabe, lo sabe bien.
En un mundo tan cambiante sólo permanecen y perduran las instituciones que saben adaptarse a los cambios con rapidez y eficacia. Por ello es necesario el líder porque tiene la habilidad de adelantarse a los acontecimientos y su visión de futuro genera un sólido consenso dentro de la organización. Además de generar confianza en el equipo porque su visión es exigente, creíble y motivadora, generando entusiasmo en todos los integrantes.
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